La tendencia actual es la de decorar las estancias en colores claros o blancos combinados con madera. Aunque, siendo sinceros, tampoco es que haya dejado de haber cocinas blancas nunca. Tal vez sea el color más tradicional para los muebles, paredes y suelos de una cocina, y esto es por una serie de ventajas que nos ofrece este color.
1. Potencia la luminosidad: El color blanco refleja la luz mucho más que los colores oscuros y la luminosidad es algo valorado y agradecido en cualquier cocina.
2. Mayor sensación de amplitud: Esta es una de las consecuencias del plus de luminosidad que nos aporta el color blanco, percibiremos los espacios mucho más amplios, algo muy importante en las cocinas pequeñas de hoy en día a las cuales cada vez se les dedica menos espacio.
3. Look atemporal, nunca pasará de moda: Es un color clásico y puro que siempre funciona, y como hemos visto a lo largo de las últimas décadas, siempre ha sido el color estrella en estas estancia con lo cual tu cocina nunca pasará de moda y siempre se verá en tendencia.
4. Favorecen la higiene: Todos sabemos que la limpieza es un aspecto muy importante en los hogares y aún más en la cocina. En una cocina blanca es mucho más fácil identificar cuando algo no está limpio y además, nos proporcionará una sensación aséptica que nos dará una tranquilidad y sensación de limpieza continua.
5. Decoración sencilla que facilitará las combinaciones: Las cocinas blancas no tienen por qué ser blancas al cien por cien. De hecho, casi nunca lo son y se combinan con encimeras de colores que crean contraste. Eso si, cuando vayamos a elegir los elementos de mobiliario y decoración, lo tendremos mucho más fácil si la cocina es blanca porque el blanco combina con todo. Actuará como lienzo en blanco y nunca mejor dicho y acepta desde colores subidos de tono hasta los materiales más básicos como la madera o el acero.
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