La iluminación en la cocina es algo fundamental, de hecho es una de las claves para que sea estética y práctica aunque muchas personas no le dan la importancia que este elemento realmente posee. Con una buena luz, trabajar en la cocina resulta mucho más sencillo y agradable. Las sombras, la luz escasa… son enemigos que tenemos que evitar para que la estancia en la cocina sea un momento de disfrute y no de agobio. Además, gracias a la iluminación conseguiremos dar un toque muy estético y único a nuestra cocina. ¿Quieres saber cómo? Pues sigue leyendo.
10 consejos para iluminar correctamente tu cocina
1. Dale a la iluminación la importancia que tiene: está genial preocuparse por elegir los mejores electrodomésticos, muebles de cocina y encimeras, pero todo ello quedará desmerecido si no cuenta con una buena luz. En cambio, una iluminación adecuada logrará hacer que tu cocina luzca espectacular… y más grande, por cierto.
2. Observa tu cocina y descubre sus pros y sus contras. ¿Tiene mucha luz natural o la luz natural escasea? Asegúrate de contrarrestar sus posibles deficiencias y piensa que es esencial contar con un gran foco central que ilumine toda la cocina. La iluminación desde el techo es un clásico que tiene grandes ventajas.
3. A la hora de distribuir los muebles, valora las posibilidades de iluminación que te brinda tu cocina y si te permite poner puntos de luz en los lugares que tú deseas. Tener en cuenta de dónde viene la luz natural y de qué calidad es indispensable para iluminar en concordancia. Por ello, planifica la iluminación desde el minuto uno y trata de sacarle el mayor partido posible a la luz natural que ya poseas.
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4. Ten muy claros aquellos puntos que deben llevar luz propia y que son realmente los más importantes: la zona de trabajo, el área de cocción y el fregadero son los espacios de nuestra cocina donde más agradeceremos una buena iluminación. Tampoco viene mal tener en cuenta la zona donde irá ubicada la mesa del comedor y también las zonas donde guardamos utensilios, productos de limpieza o comida.
Especial mención requiere la iluminación de la encimera donde desarrollamos gran parte de nuestras habilidades culinarias. Si nos decantamos por una iluminación que parta de la base inferior de los muebles superiores, obtendremos una gran solución con la luz acertada y sin el incordio de sombras molestas. La iluminación LED o los modernos tubos fluorescentes que existen hoy en día, se convierten en dos fantásticas opciones a elegir.
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5. Para la mesa y zona de sobremesa, las posibilidades se multiplican, pero si nos decantamos por una lámpara suspendida que ofrece una luz cálida y agradable, seguro que acertaremos… Eso sí, teniendo muy en cuenta la altura adecuada para que la lámpara no nos moleste y sea causante de golpes innecesarios.
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6. ¿Y qué ocurre con el interior de armarios y cajones? Ahora ya no hay excusa para dejarse los ojos buscando utensilios en armarios oscuros. La posibilidad de incorporar luz interior en nuestros muebles nos ofrece ver lo que en ellos se encuentra y encontrar lo que buscamos con suma facilidad. Además, cuentan con un sensor que detecta cuándo el cajón se abre y se cierra, de modo que no gastamos energía de forma innecesaria, tal y como hacen los frigoríficos.
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7. ¡Las estanterías y las vitrinas también existen! Ponerle un toque de luz a las estanterías consigue crear un efecto decorativo fascinante, así como si decides colocar una vitrina con iluminación puntual en su interior, el resultado será espectacular. Te dejamos como ejemplo las vitrinas de nuestro fabricante, puedes saber más sobre ellas en éste artículo:
https://cafrancocinas.com/noticias/vitrinas-gem-de-arrital/
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8. Juega con diferentes intensidades en los diversos puntos de luz y lograrás darle un toque especial a tu cocina creando ambientes distintos. La luz directa para la zona de cocción, una buena luz, pero más suave, para el lugar donde se encuentra el frigo o la despensa y una iluminación más indirecta en la zona del lavado, puede ser una buena combinación para una cocina. Quedarte corto, es un problema, pero pasarte, también lo es. Procura que la luz no sea en exceso intensa, porque si no, llegará a molestarte y creará un efecto muy artificial que no es lo que buscamos.
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9. Asegúrate de que cada punto de luz es independiente y puedas encenderlos y apagarlos en función de tus necesidades. Te permitirá recrear ambientes distintos y facilitarte el trabajo y el ahorro.
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10. Cuida el medioambiente… Elige lámparas de bajo consumo o aquellas que te aporten la tecnología necesaria para contribuir al ahorro energético. El planeta lo agradecerá, y tu bolsillo también.
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